Es una enfermedad respiratoria de fácil transmisión ocasionada por un grupo de virus del mismo nombre.
La influenza puede ocasionar enfermedad leve, pero tiene el potencial para causar neumonía grave o fallecimiento. Afortunadamente hay estrategias útiles ya demostradas para su prevención y se dispone de una vacuna anual.
Los signos y síntomas más comunes son:
El virus de la influenza puede ocasionar enfermedad grave con riesgo de fallecimiento, particularmente en individuos no vacunados, de la tercera edad, personas con obesidad, diabéticos mal controlados, enfermedad respiratoria crónica, entre otros.
La principal ventaja de la vacuna es que disminuye el riesgo de padecer un caso grave.
Todas las personas a partir de los 6 meses de edad con raras excepciones, sin embargo, estas personas son más vulnerables:
Es muy importante que todos se vacunen anualmente para prevenir el contagio.
Las manos son el principal vehículo de arrastre de las partículas infectantes al contacto con superficies contaminadas o personas enfermas de influenza, quienes esparcen el virus fácilmente. Tocarse la cara, en especial nariz y ojos, con las manos sucias favorece la transmisión.
SÍ. En época de invierno debemos vacunarnos contra la influenza sin importar que recibamos la de COVID-19. La aplicación de ambas vacunas no es contraproducente y pueden aplicarse al mismo tiempo o en un lapso corto para protegernos de ambas infecciones.
La influenza y enfermedades respiratorias
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Mitos y realidades de la influenza, COVID 19 y otras enfermedades respiratorias
23 de noviembre 2021
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